¿Realmente necesito un seguro de gastos médicos si ya estoy sano?

Estás en tus veintes o treintas, haces ejercicio, comes más o menos bien y rara vez vas al médico. Entonces… ¿para qué gastar en un seguro de gastos médicos mayores? Esta es una de las preguntas más comunes, y aquí te lo vamos a resolver.

1. Estar sano no es garantía de estar a salvo

Tu salud puede estar en perfecto estado hoy, pero la vida es impredecible. Un accidente, una cirugía inesperada o una enfermedad repentina puede poner a prueba no solo tu cuerpo, sino también tu bolsillo. Los seguros no se compran por lo que está pasando hoy, sino por lo que podría pasar mañana.

2. Un hospital privado no cuesta lo mismo que una consulta general

Imagina esto: tienes una caída, te rompes el brazo y necesitas cirugía. El costo promedio en un hospital privado puede superar los $150,000 pesos, y eso sin contar el seguimiento, terapias, medicamentos, etc. ¿Y si fuera algo más grave? Un seguro te protege de esos gastos que podrían endeudarte durante años.

3. Cuanto más joven y sano estés, más barato es el seguro

Uno de los mayores beneficios de contratar un seguro cuando estás sano es que las primas son mucho más accesibles. Además, si empiezas joven, evitas exclusiones por enfermedades preexistentes y puedes acceder a mejores coberturas a largo plazo.

4. Proteger tu salud también es cuidar tus finanzas

Tener un seguro es una decisión financiera inteligente. Así como ahorras o inviertes pensando en el futuro, un seguro te ayuda a prevenir un gasto devastador. Es una red de protección para ti y tu familia.

5. La tranquilidad no tiene precio

Saber que pase lo que pase, contarás con atención médica de calidad sin preocuparte por el costo, es una tranquilidad que no se compara con nada. No es un gasto: es una inversión en tu paz mental.

Anterior
Anterior

¿Y si cuando te retires, no te alcanza ni para vivir?

Siguiente
Siguiente

¿Cuándo elegir un seguro privado de Gastos Médicos Mayores?